Un día de jigging - Cap.3

En mi opinión los peces son de alta velocidad, oportunistas, valoran el momento y esencialmente atacan. No paran hasta estar llenos y esto no sucede durante largos periodos, hay algunas excepciones pero generalmente esta regla se puede aplicar muchas veces.
Por eso el repetitivo comportamiento de estos magníficos peces nos da algunos sin sabores, pero cuando acertamos nada hay más satisfactorio. Y ¿Qué quiere decir esto? bien, esto quiere decir que guardes el secreto conocimiento del diario del pescador, esas magníficas marcas en el GPS, pero no te adhieras a ellas como si fueran Sagradas Escrituras. Otras pocas hojas en el libro mágico del pescador incluirían planes de la B a la Z, y puede ser, sólo puede ser que las siguientes sugerencias que haré os salven algo de tiempo, esfuerzo, depresiones y dinero
LAS REGLAS:
Nº 1: Conoce estas reglas como la palma de tu mano.
Nº 2: Conoce el territorio
Nº 3: Conoce las especies
Nº 4: Conoce tu equipo
Nº 5: Conoce tus limitaciones
Nº 6: Conoce todas las técnicas de pesca (quien sabe)

Y entonces viene la más importante regla de todas ellas, la REGLA 361, es asumir que no hay nada mágico sobre las reglas anteriores. Esto significa que cierres la mano y observes que ocurre en el agua alrededor tuya y si nada ocurre entonces debes ir a la más grande regla de los pescadores (en mi opinión) esta regla final es “Confía en tus instintos”. Al final del día un pescador se dice a si mismo secretamente en el lavabo “con lo que conozco este punto tendría que haber utilizado la técnica X” o algo así. Sino tendrás que ir al trabajo y enfrentarte a los compañeros que aman las bromas hasta que acabarán mandándote a la oficina del Doctor a por una prescripción de Prozac.

Continuará