Después de una hora o así nos encontramos con un bando de pequeños bonitos, así que preparé una caña de jigging, un jig OTI de 400 gr. Un carrete Saragosa y el trenzado PE-8, cambié los assist por unos 9/0 de Master Assist Hooks con cordaje de kevlar.
Este jig lo lanzaba y dejaba caer “volando”, me encantaba la curva que iba trazando, era una acción interesante.
Diez minutos de trabajo y el Zaragoza empezó a “cantar”, el Marlín estaba dando saltos, el cap. Empezó a maniobrar el bote.
Después de saltos y carreras, el pez se fue profundo, la caña de 400 gr. Fue un placer real con este pez, estaba llena de potencia para manejarlo, y eso era una gran ayuda.
El carrete, un Saragosa no lo hizo tan bien, el freno correcto pero algo en su interior se quebró…sentí como se iba deshaciendo. Al final de la lucha la bobina estaba destrozada, tan solo arrollaba en el 15% de su capacidad. El carrete ahora está bien ya que Shimano me lo devolvió reparado, pero la próxima vez me decantaré por el Stella.
Llevaba un bajo adecuado para la caña, en los primeros minutos, pero no estaba preparado para una lucha de media hora, vueltas y vueltas, golpes secos, desgraciadamente el Varivas de 130 se partió, probablemente la próxima vez usaré un 200 lb., el pez le estimamos alrededor de 200 lb.
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