23.2.09

¿Podemos predecir el funcionamiento de un jig duro con solo verlo?





Si, pero hasta cierto punto. Existen algunos diseños básicos que nos permiten anticipar su movimiento. Si el jig posee el peso distribuido en la parte trasera (como el Abyss, de Williamson) hundirá más rápido y vertical, sin tanto fluttering. Resultan excelentes para pirking de peces benthónicos en aguas de más de 40 metros, porque aguantan mejor las derivas o corrientes laterales. Al traerlos a la superficie producen un zigzagueo pausado y regular (Fig. 1).
Si el jig posee su peso concentrado en la parte media (como el Regular, de Shimano Buterfly) bajará más lento y abierto, con un fluttering como una hoja seca que cae de un árbol. Resultan ideales para recuperarlos a gran velocidad. Bajo el agua producen un fuerte vaivén errático (Fig. 2). Este formato es el más indicado para la pesca de pelágicos, especies que lo toman tanto en subida como en bajada. Otro punto tiene que ver con la asimetría en el perfil del jig. Por ejemplo, uno de peso trasero pero asimétrico se moverá aun mas vivaz (Fig. 3). El peso asimétrico también hace que el jig “flote” mas al bajar.

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