12.2.09

Jigging desde Argentina

Mariano de la Rúa, verdadero pionero de la técnica, señaló como consigna base que “a la hora de hacer deep jigging, de acuerdo a su experiencia, a mayor volumen de agua, mayor pesca en tamaño y cantidad. Es decir que no es lo mismo pescar en una profundidad de 6 metros, que hacerlo en el cantil”. Y ello de acuerdo a una explicación lógica: “Más profundidad te permite más jiggeadas, aumentando las ocasiones de picada”.
“La técnica más usual en nuestras aguas es el pirking, es decir, hacer rebotar el artificial en el fondo a medida que la lancha se desplaza”, agregó, pero también dijo que en verano “pescamos el limón a media agua y casi en superficie”. De la Rúa lleva 5 años de labor en esta técnica y fue de los primeros en viajar al exterior para conseguir equipos: “A mí me abrió la cabeza sobre esta pesca un cliente japonés que, en 2000, me contrató una excursión. Vino con equipos livianos y algunos jigs. Yo pensé que estaba loco, y le ofrecí mis equipos, pero él me dijo lo qué tenía que hacer y comenzó a pescar en jigging. Me enamoré de esta técnica y en 2005 viajé a los Estados Unidos para comprar equipos pero... ¡no había! Tan nueva era la técnica que aún no se conseguían materiales en el mayor de los mercados”. Poco ha pasado de aquel entonces y ya con modernos equipos abordo, el jigging permite disfrutar una nueva dimensión en la pesca (“el record de mi lancha es de 28 kilos”, dijo De la Rúa), meros, besugos y pez limón o “yellow tail” para los extranjeros que enloquecen con esta veloz especie.
De la Rúa detalló una particularidad. Meros y besugos, grandes tragones de nuestro fondo marino, suelen salir apenas enganchados de la boca cuando se los pesca en deep jigging. Por el contrario, el pez limón “suele meterse todo el jigg en la boca, porque come parecido al pejerrey”, es decir, haciendo un embudo de succión donde el artificial entra entero y de punta en las fauces del pez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario