14.12.08

La importancia de la deriva.


Para el pescador a jigging, la posición sobre una piedra es de gran importancia. El problema viene cuando el mar no nos permite mantenernos sobre ella, bien por la corriente o por el viento la deriva modifica constantemente nuestra posición.
Para resolver esta situación tan común en el Cantábrico lo primero que debemos conocer es la dirección de nuestra deriva, para ello nos ponemos sobre el lugar y aumentamos al máximo la escala de nuestro GPS, observando como nos vamos desplazando sobre el fondo, cuando conocemos la dirección y la velocidad aproximada, nos desplazamos en la contraria para que esta misma corriente nos haga pasar sobre la piedra en cuestión.
Cuando ya conocemos dirección y velocidad, nos enfrentamos al segundo problema, que es la profundidad y las diferentes corrientes bajo nuestro barco, nuestro jig no desciende de forma vertical, no sabemos si llegó al fondo y somos nosotros que nos alejamos o si no llegó al fondo y es él el que se aleja.
Este problema se puede conocer si utilizamos trenzados con tramos de distintos colores, para ver si lo que sucede es que el jig se aleja, o si desciende (si sale más trenzado que metros tenemos de profundidad significa que el jig se aleja al mismo tiempo que desciende) esto nos ayuda a valorar si está donde queremos o no.
En muchas ocasiones, en casos de corrientes de más de 1,5 nudos y profundidades superiores a 40 mts se hace imprescindible llegar a jig’s de 150 gr. o más para tener garantías de que el jig llega a su destino.
Si la piedra es de suficiente tamaño como para pasar un buen rato sobre ella, y la corriente es superior a 1,5 nudos merece la pena soltar un ancla de capa, que frenará la deriva de nuestro barco. Siempre por la popa, para que la posición del barco sea la correcta para pescar.

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