30.4.10

¿Mojar o no mojar el nudo?

Uno de los mitos más duraderos, tristemente perpetuados en los libros de pesca, revistas y vídeos (aun publicados hoy) es el mito de “moja tu nudo”.
Cuando se introdujeron las líneas de monofilamento, (las primeras) eran gruesas y rígidas. Teóricamente (y esto es solo una teoría nunca probada) al apretar las vueltas de hilo, por su dureza y grosor, se producía calor por la fricción entre ellas. El calor es un “asesino de líneas”, reduce sensiblemente su resistencia. El problema es que no hay evidencia de que se produzca calor suficiente para dañar una línea al atar un nudo.
Con líneas modernas más flexibles y delgadas para la misma resistencia, permiten atar con mucha más facilidad; su superficie, es suave y hay muy poca fricción en el nudo.
La mejor forma de hacer un nudo es atarlo cuidadosamente, asegurándose de que no hay vueltas y cruces escondidos, tensar lentamente permitiendo que las vueltas se vayan cerrando adecuadamente.

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