23.12.09

Viaje a por atunes a New England.



Como en cada viaje planeado, condujimos hasta el punto de encuentro, que en este caso fue Kil’s Shop, porque allí hay un parking seguro para dejar nuestro coche. En este viaje tuve que llevar nuestro bote, así que llevé un todoterreno con remolque, es una lástima que no preparen algún charter en la zona, bajamos el barco por la rampa del embarcadero y Dom se quedó allí esperando mientras acerqué el coche al parking.
Navegamos directamente a nuestra área de inicio, allí vimos toneladas de pez “pasto” pero ni un atún, hablamos con el capitán Dom y trabajamos sobre diferentes áreas en busca de peces. Como no veíamos nada Dom decidió mientras navegábamos hacia las muchas “marcas” que tiene en su ploter llevar unas muestras por la popa, su experiencia nos da la seguridad de que hay que dejar caer el jig en cada uno de sus puntos calientes.

Cuando llegamos al primer “spot” nada más dejar caer mi jig ya tenía una “caballa española” (Es una especie de Wahoo) y eso que estábamos empezando la zona conocida como los Doggies, que es donde yo tenía mis esperanzas.
Tuve una picada fortísima y sentí que podía ser una atún, rápidamente se fue al fondo y puso a prueba el freno de mi carrete, que se comportó realmente bien, un poco después ya tenía el primer atún de la temporada. Estaba usando una caña Jigstar 350 y mi nuevo carrete PE5, fue un placer luchar con este pez “armado” con este equipo. El freno no perdía potencia tras las largas carreras y la caña se recuperaba increíblemente rápido tras los fuertísimos cabezazos. Aún no me había recuperado cuando ya tenía un nuevo pez, esta vez era mayor todavía, tal era la lucha que Jesse y Greg se prepararon con sendos ganchos para poder subirlo si conseguía acercarlo al barco. Pescamos varios más, es el mejor viaje en busca de atunes que he hecho. Me quedé enamorado del paisaje de New England.

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